15 hábitos saludables para mantener un corazón contento

15 hábitos saludables para mantener un corazón contento

Uno puede pasarse la vida eligiendo «acallar» sus muy variados problemas con alternativas poco saludables, como la gratificación inmediata o una «pastillita» recetada mes a mes, o pasar a la acción explorando nuevos hábitos para sentirse mejor y descubrir así una vida que ni se imaginaba que podría permitirse. Una opción es sencilla, la otra requiere exponerse a la vulnerabilidad y al error.

Así que, a continuación, te propongo mi listado personal de hábitos saludables muy accesibles, por si eliges salir del bucle. Te garantizo que la tranquilidad y la vitalidad llegan si estás dispuesto a descubrir activamente lo que te ayuda, lo que te divierte, lo que te permite disfrutar de ser quien eres… En definitiva, si confías en el «bueno por conocer».

Hábitos saludables para mantener un corazón contento

  1. Come para nutrir tu cuerpo, no tus carencias. Siéntate para comer, come con moderación y mastica… Ya sabes que no creo en las verdades absolutas, tampoco en las dietas perfectas, simplemente hay mejores y peores elecciones que, como para todo, cada uno ha de explorar por su cuenta pero ¿eres consciente de los productos con los que llenas tu cesta de la compra? No te dejes atrapar por excusas como «me compensa», «yo comía esto de pequeño y aquí estoy…», «después de un día como hoy me lo merezco», «una copita me tranquiliza», «lo necesito» o «no puedo resistirme», ¡son mensajes engañosos para que procedas a hacerlo peor!
  2. Da gracias por cada pequeña cosa. Ese céntimo que te has encontrado en la calle, la posibilidad de tener acceso a internet, una idea que te acaba de venir a la cabeza, la casa que te permite dormir bajo techo, tu familia… Escríbelo, piénsalo o compártelo en alto. Lo importante es que seas consciente de que eres afortunado y adquieras el hábito de poner tu atención en ello a diario, incluso en los momentos difíciles.
  3. Encuentra tu pasión y cree en que puede cambiarte la vida. Tener hobbies, intereses o actividades para ti mismo, contribuye a la satisfacción personal y amplía tus habilidades, abriéndote puertas que antes veías cerradas. Pero no te quedes con lo que crees que ya sabes de ti e inicia algo que no habías pensado hasta ahora, a pesar de que creas que no serás capaz (o te repitas que no tienes tiempo…). Yo elegí el baile cuando todavía me repetía que «no serviría» para ello. También aprendí a nadar bajo la creencia de que era «demasiado mayor» para hacerlo. Lo que me decía eran tan solo resistencias habituales del proceso de aprendizaje y, a pesar de ellas, seguí adelante. En ambos casos, ¡cómo lo disfruté! Bailar me ayudó a aceptar la imperfección humana en mí, a salir de la tristeza y a sentirme libre. Nadar fortaleció mi autoestima y me ayudó a integrar la creencia de que si se quiere, se puede. Recuerda: no es cuestión de perfección, sino de sentirte bien.
  4. Diviértete. Una comedia en Netflix, ir al teatro, darte un baño espumoso, quedar con amigos, leer un libro, jugar al parchís… Y si no sabes lo que te divierte, prueba cosas nuevas hasta que lo encuentres y hazlo mucho más.
  5. Crea orden y sal del caos. El orden es físico (cajones, ropa que no se usa, objetos acumulados en la cocina, etc.) y también inmaterial (¿cuidas a tu pareja como si fueses su padre?, ¿tratas a tus padres como si fuesen tus hijos?, ¿en el trabajo te mueves apagando incendios a todas horas?, ¿careces de agenda de comidas y hay días en los que te olvidas de comer o comes ante el ordenador?, etc.). Incorpora estructura en tus espacios y en tu día a día, en cada ámbito de tu vida. El orden es belleza y calma el corazón.
  6. Reconsidera dónde (y con quién) pasas la mayor parte de tu tiempo. Adaptarse a otras formas de percibir la realidad y aceptarlas es siempre beneficioso para ampliar las limitaciones propias. El problema llega cuando el entorno en el que pasas la mayor parte del tiempo impide el crecimiento y/o amenaza tu concepto de identidad. Un entorno así podría materializarse de formas diversas. Por ejemplo, una empresa autoritaria en la que el pensamiento y comportamiento creativo se considere «enemigo de los valores y de la tradición», podría afectar a la autoestima de los trabajadores que tengan opiniones e inquietudes en movimiento. En cualquier caso, si te reprimes, escondes o fustigas porque tu entorno te recuerda que no eres «como deberías ser», no tengas miedo a ser rechazado: ¡abre los ojos y muévete hacia lugares más adecuados para ti!
  7. Modifica tu lenguaje, tanto las palabras que salen al exterior como el ruidoso diálogo interior. El lenguaje no solo influye en la realidad de los demás cuando te comunicas con otros, también es la base de tus pensamientos y, por tanto, de tu estado de ánimo y de tu comportamiento. En Masvalebuenoporconocer.com encontrarás numerosos consejos para ampliar tu lenguaje e incorporar alternativas que mejorarán tus resultados y tu bienestar.
  8. Levanta la cabeza del móvil y presta atención al mundo que te rodea. Si te tropiezas con un adoquín levantado mientras observas stories de Instagram, tienes dos opciones: pensar que la calle es una mi**** y quejarte de todo o apagar el móvil y practicar la conciencia sensorial para vivir en el presente, reducir las distracciones que te hacen corresponsable de lo que te pasa y tener una percepción más saludable de lo que ocurre a tu alrededor. ¿Qué tal proponerte mirar el móvil solo cuando…? (completa con el momento más  adecuado para ti 🤷🏻‍♀️).
  9. Apaga la televisión (o elige mejor). Cuando alimentas a tu cerebro con mensajes catastróficos, tu percepción del mundo será catastrófica. Y si las noticias dramáticas o invasivas captan toda tu atención y crees que no eres capaz de vivir sin ese ruido de fondo, necesitas una desintoxicación de los medios en los que te informas. ¿Qué tal cambiar de canal o escribir, escuchar música, hacer un bizcocho, salir a pasear… como alternativa? Crea belleza en lugar de desilusión.
  10. Respira aire fresco. Abre la ventana, sal al exterior, abraza un árbol🌲, participa en un huerto urbano, piérdete en un parque… Conéctate con la naturaleza y siéntete parte de todo. Tú perteneces, al igual que todo lo demás…
  11. Higieniza tu rutina de sueño. Estira tu cuerpo, respira profundamente, escucha afirmaciones o simplemente túmbate mirando el techo antes de dormir, nada más (sin series de acción, sin móvil, sin esa copita de alcohol…). Y duerme lo que necesites. Hay momentos en los que tu cuerpo te pedirá descansar más y no existe nada malo en hacerlo.
  12. Cambia las expectativas por objetivos. Cuando uno vive sin definir objetivos o sin ponerse en marcha para alcanzarlos, vive «dejándose llevar», frecuentemente rodeado de queja. Porque, cuando no le ocurre lo que imagina que debería haber ocurrido, se frustra o se siente mal. Alcanzar retos personales o profesionales comienza por definir esos retos. Entonces experimentarás una sensación de propósito en tu vida y te motivarás lo suficiente como para que tus objetivos sigan creciendo.
  13. Toma nota de tus logros y date tiempo para disfrutarlos. Si vives a toda velocidad y no te paras a celebrar o a reflexionar acerca de lo que has conseguido, ¿a dónde quieres llegar con tanta prisa? Registra tus éxitos y dedica tiempo a saborearlos. La sensación de avance y satisfacción por lo realizado traerá calma a tu corazón y, sin quererlo, aprenderás a vivir más pausado.
  14. Presta atención a tu corporalidad. La conexión cuerpo-mente tiene gran impacto en nuestro estado interior. Si, por ejemplo, caminas con la espalda curvada, envías al cerebro el mensaje de que te encuentras en posición de derrota. Por ello, en cada momento del día, especialmente cuando sientas que crece la tensión o algo te perturbe, revisa tu corporalidad y realiza pequeños ajustes para relajarte físicamente y así mejorar tu estado interno. Aquí te dejo algunas ideas: mantén la postura erguida, pon ambas plantas de los pies en el suelo cuando estés sentado (en lugar de cruzar las piernas), descruza los brazos cuando te descubras haciéndolo, suelta la mandíbula, relaja el entrecejo, respira pausada y conscientemente, levántate y/o cambia de decorado si te sientes estresado o sobrecargado, si te observas llorando con los ojos cerrados, ábrelos, estírate, bosteza (aunque sea fingido) y, finalmente, sonríe siempre que te acuerdes, aunque estés solo en una habitación. También es recomendable que incorpores actividad física en tu día a día. Si no eres demasiado activo, sal a caminar o simplemente estira tu cuerpo en casa en ese momento del día que mejor funcione para ti.
  15. Conócete, acéptate y quiérete. Quizás no lo sepas, pero es muy frecuente que las personas nos ocultemos bajo personalidades que, muchas veces, se alejan bastante de nuestra esencia. Acércate a tu persona y retira gradualmente ese disfraz que te has puesto para encajar o para ser quien creías que tenías que ser. No has de ser perfecto, ni tampoco necesitas aprobación de nadie para ser quien eres, tal y como eres. El proceso de autodescubrimiento y autoaceptación es fundamental para un corazón contento y solo tú puedes saber si, para ello, necesitas viajar, leer, participar en charlas, hablar con terapeutas, escuchar a tu corazón, elegir a un coach…

Las necesidades de cada persona en cada momento vital varían. Lo importante es que sigas caminando y que, lo que hagas, funcione para ti 💟.

¡Muestra tu reacción!
+1
67
+1
203
+1
0
+1
0
+1
0


¿Quieres publicar un comentario?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *