¿Eres capaz de decir simplemente “gracias” cuando te echan un piropo?

Si no eres capaz de decir simplemente “gracias” tras recibir un piropo, no es casual. Responder con una obviedad, con el precio del objeto que se piropea, quedarse callado o quitarle importancia al hecho, tampoco lo es.
Gracias a los maravillosos aprendizajes que el Análisis Transaccional trajo a mi vida, yo fui consciente y, por tanto, tuve la oportunidad de modificar un comportamiento diario muy frecuente en mí, de mi dificultad para agradecer cuando alguien me regalaba “caricias positivas”, tal como las denominaba Eric Berne.
Te pondré algunos ejemplos de “caricias positivas” de lo más común y algunas respuestas típicas con las que evitamos agradecer y con las que, paralelamente, anulamos el significado original del halago:
- “qué gran foto has tomado” > “lo sé”, “obvio”, “mi móvil hace unas fotos preciosas”. En los dos primeros casos, me siento superior a la persona que me piropea, es como decirle “no hace falta que me lo digas, no necesito tu piropo y no te voy a dar las gracias por una obviedad”. En la tercera respuesta, sin embargo, me quito valor como fotógrafa, me descalifico.
- “qué guapa estás hoy” > “¡qué exagerado!”, “¿de verdad?”, “bueno, hoy y siempre”. En las dos primeras respuestas muestro un sentimiento de inferioridad, una descalificación de mí misma. En la segunda podría incluso estar ocultando mi deseo de que me piropeen un poco más… En la última respuesta muestro desprecio al emisor del piropo.
- “qué bonita chaqueta” > “bueno, un trapito de nada”. Con esta respuesta, anulo el contenido positivo del mensaje. En esta línea, es muy común responder con el precio del producto piropeado (“fue muy barata”) o incluso decir el lugar en el que lo hemos adquirido. A veces confundimos esto con la modestia pero, en realidad y de un modo totalmente inconsciente, estas respuestas indican que me imagino que la persona que me está piropeando tiene intereses ocultos (desconfío de ella), que lo que me ha dicho no es cierto y que, por ejemplo, me tiene envidia, asumiendo que quiere tener lo que yo tengo (de ahí que le diga el precio e incluso la dirección de la tienda 😫).
Estas muletillas o rodeos que ocultan descalificaciones se denominan “descuentos” en Análisis Transaccional y pueden ser, como has visto, descalificaciones a uno mismo, a la persona que nos piropea o al contenido del piropo en sí.
Los descuentos están en todos los ámbitos de nuestra vida y de nuestras relaciones de forma muy habitual. Se trata de comportamientos inconscientes, aprendidos o imitados en nuestra infancia, que nos mantienen atados al pasado y nos impiden, por ello, vivir el presente desde la gratitud.
¡Hay esperanza!
Si, a partir de ahora, te permites estar atento a tu lenguaje cada vez que te relaciones con los demás en una situación similar, podrás conocer cuál es tu tipo de descuento al recibir un piropo y, después, elegir cambiar. Encontrar soluciones no tiene por qué ser difícil.
Te cuento mi solución tras tomar conciencia del problema y elegir cambiar:
- ahora, simplemente digo “gracias” 😉.
Un gran cambio que ha supuesto dejar de moverme en la descalificación y elegir el agradecimiento como alternativa, permitiéndome la felicidad.

Masvalebuenoporconocer.com acerca
nNos vemos en la siguiente entrada. Gracias y que seas feliz 🙏💗
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