Decir “no tengo tiempo para…” se ha convertido en una excusa

Expresiones como “no tengo tiempo para esto”, “no tengo tiempo para mí”, “estoy hasta arriba”, “no me da la vida”, etc. suelen funcionar como una coraza, habitualmente inconsciente, que utilizamos de excusa para no actuar, para no pensar en qué es lo que tendríamos que cambiar para hacer aquello para lo que decimos no tener tiempo, para rechazar el cambio personal que nos exige lo nuevo y quedarnos exactamente como estamos.
La sensación de falta de tiempo está habitualmente relacionada con una falta de definición de objetivos concretos y vitales. Entonces, el tiempo del que decimos carecer se dedica a “cosas” que no solo no somos capaces de identificar de forma concreta, sino que, además, no nos dirigen a esa sensación de haber llegado a algún lugar.
Este tipo de respuestas, al estímulo que sea, es lo mismo que decir “no me interesa lo que me estás contando” o “no quiero avanzar con ese tema”, y nos ofrece una gran oportunidad para pararnos a pensar en qué es lo que estamos postergando cuando la verbalizamos.
También podría responder a la creencia de que tomarse tiempo para uno mismo es malo.
El tiempo en la cultura organizacional
Si pensamos en una oficina en la que se escuchan frases como “no he parado en todo el día/la semana/el mes, pero no sé qué he hecho”, habitualmente asociada a la realidad “me he pasado el día reunido, sin tiempo para hacer lo que tengo pendiente”, nos encontraríamos ante un entorno laboral en el que no se actúa, se “sobrevive” y poco de lo que se crea es nuevo.
A pesar del stress que se respire en el ambiente o de encontrarnos con gente entrando y saliendo de reuniones a todas horas, como si la humanidad estuviese a punto de extinguirse, el trabajo, de forma general, no llevará a resultados y, en algún momento, repercutirá en esa sensación inconclusa de “¿qué he hecho hoy?” o “estoy perdiendo el tiempo” 🤷♀️.
En el día a día, las prisas, por defecto, impiden pensar y, al dejar de pensar, imposibilitan nuestra creatividad. Los empleados que trabajan bajo esas premisas, viven en la inacción, en lo “viejo”, poco será nuevo en el ambiente en el que se muevan y poco de lo que hagan a diario tendrá sentido dentro de un contexto general. Pero será precisamente ese estado de agitación el que les permita continuar, autoengañándose con con asociaciones causales internas como “estoy agotado, por tanto, he trabajado bien”. La observación superficial de su vida les dirá, entonces, que todo está en orden, aunque sean incapaces de disfrutar de su actividad diaria o vivan sin vivir…
Si un trabajador utiliza excusas para no hacer, ¿tiene miedo a perder su trabajo?, ¿se resiste a nuevas responsabilidades o a la necesidad de replantearse su rol? Mi observación, hasta la fecha, indica que se trata de simple miedo a enfrentarse a lo desconocido, pues uno anticipa que no será capaz de cambiar, o que cambiar le costará demasiado y, por ello, querrá evitar sentirse incompetente defendiendo su status quo. Pero ¡sentirse incompetente forma parte de la escalera del aprendizaje!
“Ganar” tiempo redefiniendo objetivos
En muchas ocasiones, las personas no sabemos lo que queremos y tampoco nos paramos a definir lo que queremos de forma concreta, específica y realista, así que resulta mucho más sencillo lamentarse que elegir y actuar.
Si nos dedicásemos a registrar a qué dedicamos cada minuto del día, nos daríamos cuenta de cuánto tiempo desperdiciamos en actividades que no añaden valor. Te recomiendo este ejercicio, estoy segura de que te sorprenderá y cambiará tu enfoque.
En definitiva, es común que frases como “no tengo tiempo para esto” se encuentren asociadas a la realidad “hacer cosas por hacer” que, profundamente, no nos llenan.
La agitación constante y la sensación de que “las horas vuelan” forman parte del engaño con el que justificamos no habernos parado a pensar si lo que hacemos es lo que queremos hacer o qué eso que querríamos hacer si no estuviésemos haciendo “esto”…
Ver esta publicación en Instagram

Masvalebuenoporconocer.com acerca
nNos vemos en la siguiente entrada. Gracias y que seas feliz 🙏💗
#comunicacióncompasiva #paternidadconsciente #bienestarlaboral #cambiocontinuo