La distorsión de la realidad oculta bajo la frase “te necesito”

La distorsión de la realidad oculta bajo la frase “te necesito”

Cada día escucho a distintas personas verbalizar lo que quieren y lo que necesitan como si una necesidad y un deseo fuesen intercambiables.

“Necesitar” y “querer” son verbos muy recurridos y habitualmente utilizados de forma incorrecta pero ¿qué impacto tienen estas palabras en la forma en la que percibimos el mundo y por qué es importante que las diferenciemos?

“Necesitar”, apunta a hechos o circunstancias que permiten la supervivencia, ya sean materiales o no (comida, aire que respirar, reconocimiento, libertad, trabajo, etc.). Este verbo también posee un matiz de “estar obligado a” por otra persona, norma o condición. Es decir, si necesito algo, es porque resulta una obligación conseguirlo y no existe alternativa posible. “Querer”, sin embargo, apunta a un deseo o intención de conseguir algo nuevo que no es una necesidad, sino que resulta una opción.

Podría, por tanto, decir “necesito una casa nueva” si mi única vivienda ha sido arrasada por la lava o aplastada durante un terremoto y no tengo dónde refugiarme. Pero, si mi supervivencia no está en juego y ya tengo alojamiento, diré “quiero una casa nueva”.

Si dijese “necesito un cambio de vida”, mi lenguaje estaría siendo fiel a la realidad en el caso de que, por ejemplo, me emborrache a diario y eso impida mi vida laboral, mi buena salud, mi estabilidad emocional… Pero sería una forma de expresar la realidad bastante mejorable si lo que quiero decir es que “me apetece mudarme a otro país para vivir nuevas experiencias”.

Cuando, consciente o inconscientemente, apunto a una necesidad en frases como “necesito ese bolso” o “te necesito” (de adulto a adulto), mi lenguaje señala que lo que quiero es forzar / facilitar una circunstancia o relación y creo que mi enfoque, que señala que no tengo alternativas, lo posibilitará.

Diciendo que “necesito” un bolso, esa obligación ejercerá un supuesto control sobre mí (quizá también sobre otros) para que lo consiga. Si “te necesito”, requiero que te quedes a mi lado o, alternativamente, serás responsable de mi malestar. Es una forma de dirigir hacia un agente externo la supuesta solución a nuestros problemas.

El uso de “necesitar” y “querer” apuntan, además, hacia algo que no tengo en el presente y para sentir que necesito o quiero algo que no tengo en el presente, o bien lo he tenido en el pasado, o bien ha sido creado por mis expectativas basadas en lo que veo que otra gente tiene, en la publicidad, etc.

En una relación adulta,  “te necesito” se usa de forma análoga a “no puedo vivir sin ti”. Este uso solo sería fiel a la realidad caso exista una dependencia o desequilibrio entre los miembros, por ejemplo que uno dependa del sueldo del otro por encontrarse inhabilitado para trabajar. En caso contrario, cuando digo “te necesito”, lo que realmente quiero decir es “quiero que estés disponible para mí, aunque tú no quieras, y te hagas cargo de todo lo que no asumo, como mi inseguridad y mi falta de autonomía” 💔.

Internamente me sentiré atrapado a ti y tú a mí, pero no importa, porque el beneficio secundario de pensar que “tú” eres el único responsable de mi felicidad o infelicidad, lo simplificará todo.

El uso de “necesitar” con niños es también frecuente, pues los padres y educadores les trasladamos nuestra percepción del mundo. Por eso, fomentar mensajes como “necesita a su amiga, están muy unidas” o “voy a la tienda, que necesito chocolate” ante ellos, así como similares adaptaciones superficialmente inocentes, podrían limitar su autonomía e independencia en un futuro al no comprender la diferencia entre un deseo (una opción) y una necesidad.

¡Muestra tu reacción!
+1
12
+1
32
+1
0
+1
2
+1
0


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *